La satisfacción del alumno al acabar cada sesión ha sido siempre una de mis principales motivaciones a la hora de diseñar mis clases. Mis alumnos lo saben.

Después de casi veinte años de experiencia lectiva outdoor, había algo que me preocupaba cuando decidí iniciar mi academia indoor: “Lo que no puede medirse no se puede mejorar”.

Y las clases outdoor hasta esa fecha no dejaban de tener un componente de SUPOSICIÓN ya que el ojo humano, por mucha experiencia acumulada que tenga, no es capaz de apreciar cómo ha sido el impacto a la bola.

¿CÓMO PODÍA HACER QUE UN ALUMNO MEJORARA SIN SABER EXACTA Y PRECISAMENTE LO QUE ESTABA PASANDO?

En esas fechas Movistar+ me habían encargado elaborar los contenidos de una nueva sección técnica para el programa «On the Tee». Fue así como conocí a José María Górriz, de Foresight Sports Europe. A partir de entonces todo cambió.

Comenzamos a trabajar para el programa de TV con Foresight GC2. La tecnología permitía leer datos exactos del vuelo de bola, distancia de vuelo, distancia total recorrida por la bola, altura de cénit de trayectoria, ángulo de despegue de bola, ángulo horizontal de salida, backspin o sidespin….

Pero faltaba algo clave desde el punto de vista de la relación Profesor-Alumno. No era otra cosa que los datos del palo. Un swing ejecutado de una determinada manera produce un impacto determinado. La lectura de los datos del palo en el momento del impacto son vitales.

Había trabajado con Flightscope y con Trackman antes. Básicamente radares de medición de un cuerpo en movimiento. En clases outdoor funcionaba, pero en indoor no servían. “Al final un radar lee masas, pero nada más. Faltaba todo lo que era responsabilidad del jugador”, como dice mi buen amigo y gran Profesor Martin Cummins.

Un radar no servía en un lugar indoor en el que el espacio es limitado.

Y se hizo la luz…. Bueno más bien la luz infrarroja. Apareció el Foresight GC Quad. Las cuatro cámaras estereoscópicas miden absolutamente todo con una fiabilidad prácticamente del 100%. Es por este motivo por lo que todas las Marcas de palos lo utilizan para testar su material antes de ponerlo en el mercado.

El lema de Foresight es claro “Precisión vs Suposición”.

Sus cuatro cámaras de infrarrojos de ultra alta resolución y velocidad miden cualquier aspecto relacionado con el palo en el momento del impacto.

La velocidad de la bola, el ángulo de despegue, el azimuth (ángulo horizontal de salida de la bola), el spin total y spin tilt axis (curvatura y elevación), la velocidad del palo, el punto de impacto, el ángulo de la cara del palo (abierta/cerrada) el ángulo de la cabeza del palo (lie), el loft (grados) de la cara del palo en el impacto, y algo más complejo, el ratio de rotación de la cara del palo en la zona de impacto son algunos de los datos que Foresight no supone, confirma.

La enseñanza ha dado un vuelco brutal y un giro inesperado hacia las EVIDENCIAS. Por esto el método que he diseñado se basa en los datos que recogemos gracias a Foresight.

Por eso entrenadores top en USA como Butch Harmon o Peter Kostis, ó jugadores de PGA como Rickie Fowler y Tommy Fleetwood confían en la tecnología puntera de San Diego, California (curioso que TPI también sea de esa zona. ¿qué les darán de comer a los californianos?).

Los alumnos de la ABG Academy podrán emular a los mejores Pros del Mundo, ó bien a jugadores nacionales como Pablo Larrazábal o Iván Cantero, propietarios de una máquina de tecnología Foresight en España.

Si deseas conocer sin especular, Foresight es tu tecnología, y ABG Academy tu coach personal.

¡Te esperamos! Ven y pruébalo.

Para más información sobre Foresight, visita foresightsports.eu o en el teléfono +34 619 414 003.